Antes de comenzar cualquier entrenamiento de marcha nórdica, es necesario preparar el cuerpo para el ejercicio.
Es imprescindible saber cómo hacer un buen calentamiento deportivo. Aquí te contamos cómo hacerlo.
¿Cuánto tiempo debo dedicar al calentamiento?
Tan importante es el calentamiento como la sesión de entrenamiento, por lo que debemos hacer un calentamiento consciente y tomarnos un tiempo entre 10 y 15 minutos para activar la circulación sanguínea y preparar el corazón para el esfuerzo que va a realizar.
Calentar hace que los músculos sean más elásticos, funcionen mejor y se eviten lesiones.
¿Cómo activo mi cuerpo?
Para activar el cuerpo de forma progresiva es importante no hacer movimientos bruscos ni al límite de su amplitud, por lo que son muy recomendables los estiramientos dinámicos.
A medida que empecemos a sentir calor, señal de que el corazón se ha puesto en marcha, podremos ir incorporando otro tipo de movimientos un poco más intensos.
El cerebro mandará a trabajar a los pulmones para oxigenar el cuerpo y hacer llegar oxígeno a los músculos.
Una vez que se ha activado el cuerpo se deben movilizar las articulaciones que más van a trabajar en la sesión, haciendo movimientos rítmicos y controlados, con plena conciencia y escuchando al cuerpo.
En el caso de que se vaya a trabajar específicamente alguna parte del cuerpo, se debe hacer mayor hincapié en ella, dedicándole más tiempo de calentamiento y movilización articular.
¿Cómo hago un buen calentamiento para marcha nórdica?
Se puede comenzar con una marcha suave haciendo movimientos rítmicos de brazos, combinados con movimientos articulares de hombro y muñecas. Es fundamental no tener prisa para que el cuerpo vaya calentando paulatinamente.
Pasados unos minutos y escuchando al cuerpo se pueden introducir cambios de ritmos en la marcha y cambios de amplitud de zancada de forma suave y controlada.
Habiendo pasado unos minutos y notando cómo el cuerpo se va calentando, llega el momento de movilizar las articulaciones haciendo rotaciones de hombros, giros de muñecas, giros de tobillos, rotación de rodillas y balanceo de cadera.
Estos movimientos no serán bruscos en ningún caso y se debe actuar de forma consciente. Aunque se realicen movimientos redundantes, debemos estar presente en la ejecución de cada uno de ellos y poner nuestra atención en las partes del cuerpo trabajadas.
Conclusión
Un buen calentamiento muscular te conduce a un entrenamiento seguro y efectivo.