Comenzamos la temporada 24/25 de rutas de Marcha Nórdica por la Sierra de Guadarrama y otros lugares pintorescos de la Comunidad de Madrid.
Esta primera ruta va a comenzar en el Puerto de Navacerrada y vamos a llegar hasta el Puerto de la Fuenfría por caminos que recorren los pinares de Valsaín.
Aprovecharemos estos senderos para protegernos del sol y caminar con una buena sombra en la mayor parte del recorrido.
Partimos de la caseta de taquillas que hay junto al parking del puerto a una altitud de 1863 metros y nos dirigiremos hacia la residencia militar de los Cogorros para coger el archiconocido Camino Schmid.
Camino Schmid
Avanzamos hasta el desvío de la Senda de los Cospes, la cual cogemos en su inicio y a escasos metros la abandonamos para bajar por una pista un poco menos cómoda que transcurre paralela al Alto de la Milanera, a nuestra derecha y al Arroyo Ventoso, a nuestra izquierda.
Llegamos a una bonita pradera que se abre entre los pinos y que recibe el nombre de Pradera de Navalviento.
Pradera de Navalviento
Desde ahí podemos admirar los maravillosos pinares de Valsaín.
Para continuar, buscamos una senda que nos baja hasta el Carril del Gallo, que será el camino que nos lleve hasta el Puerto de la Fuenfría (1792m).
Carril del Gallo
Poco antes de llegar a la Fuenfría nos encontramos con una fuente que recibe el mismo nombre y desde la que podemos observar, frente a nosotros, la cumbre del Montón de Trigo (2161m), el Collado Minguete (1992m) y el Cerro Minguete (2026m).
Fuente de la Fuenfría
Ya en el Puerto de la Fuenfría y después de ver la calzada Borbónica, la carretera de la república y el Valle que recibe su nombre, haremos una breve parada de avituallamiento e iniciaremos el regreso por la misma pista por la que hemos llegado hasta encontrarnos con unas escaleras que nos indican el comienzo de la senda de los Cospes, la cual nos lleva, de nuevo al Camino Schmid y de ahí al punto de encuentro donde finalizamos esta ruta.
Puerto de la Fuenfría
La ruta transcurre, en su mayor parte, por senderos que no son difíciles, aunque siempre hay que primar la seguridad y si nos vemos inseguros, es mejor desenganchar las dragoneras.