

No debemos confundir la Hoya de San Blas con el Hueco de San Blas. Se encuentran relativamente cerca, pero son muy diferentes en cuanto a paisaje y terreno.

El borde superior indica el Norte.
Esta ruta la realizamos, íntegramente, por pista. Los caminos no son espectaculares, pero si levantamos la vista del suelo y miramos hacia delante tendremos una perspectiva estupenda del Cerro de San Pedro a la ida y a la vuelta, una espectacular panorámica del pico de la Najarra, Cuerda Larga, Bailanderos y la cara Este de la Pedriza.

Vista panorámica.
Iniciamos el camino por la pista de la vía pecuaria por la que hemos entrado con el coche para abandonarla posteriormente a la izquierda. Ojo porque durante toda la ruta podemos cruzarnos con vehículos.

Pista transitable por vehículos
Tras una serie de giros, continuamos caminando por pista ancha, esta vez por un terreno mucho más abierto.

Terreno abierto
Tras el último paso canadiense, el camino se hace más amigable a la vista y, como curiosidad, hay un punto en el que veremos una gran colonia de una solanácea llamada estramonio. Una planta muy venenosa.

Estramonio
Cerca del final, a pocos metros de llegar a los coches, podemos observar una piedra que te recordará a una que llevaba un personaje de comic a cuestas. ¿Sabes a quién nos referimos?
Díselo por «lo bajini» al guía.
Estamos en un entorno de montaña y la meteorología y sus circunstancias son medianamente previsibles. Si antes de empezar vemos que la ruta no va a ser segura, podemos decidir cambiar el itinerario e incluso, cancelar la actividad.
Por favor, trae la equipación adecuada, si no, es posible que, por tu seguridad, no puedas realizar la ruta. Si tienes dudas consúltanos.