Vamos a ver por qué cada vez más médicos, fisios y rehabilitadores están recetando Nordic Walking.
El ejercicio físico es salud
A pesar de que el cuerpo humano está preparado para ahorrar energía ese mismo cuerpo necesita moverse para estar sano.
Los grandes males de nuestro tiempo son el sedentarismo y el estrés. Ambos producen, a la larga, enfermedades que degradan nuestra calidad de vida.
La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad mundial y representa el 9% (5,3 millones) de las muertes prematuras al año.
La buena noticia es que tenemos en nuestras manos parte de la solución y pasa por calzarte las zapatillas y ponerte en movimiento: descubre los beneficios de la marcha nórdica.
La marcha nórdica es un ejercicio físico de bajo impacto para las articulaciones y que es más eficiente que sólo caminar.
Al añadirle unos bastones específicos que utilizamos activamente estamos implicando gran cantidad de músculos que consumirán más energía.
Practicada con cierta intensidad favorece el mayor consumo de calorías. Además, el sistema cardiorrespiratorio aumenta el suministro de oxígeno mejorando nuestra resistencia aeróbica.
La marcha nórdica y la salud de la espalda
Una de las principales características de la marcha nórdica es caminar erguido. El erguimiento de la espalda no solo es beneficioso físicamente. Una buena postura le dice a nuestro cerebro que estamos bien, que afrontamos los problemas con arrojo.
Si caminamos mirando hacia el suelo, con el pecho cerrado y la espalda curvada, además de hacerle flaco favor a la columna, le damos a entender al cerebro que estamos protegiéndonos, que podemos tener miedo o incluso estar deprimidos.
Por eso la postura es tan importante y por eso la trabajamos tanto en el nordic walking.
El método ALFA tiene una característica propia que es la rotación de la cintura escapular contra la cintura pélvica.
Esta rotación sumada al erguimiento, fortalece los músculos intervertebrales que sujetan la columna; tonifica los oblicuos abdominales; relaja las tensiones en los hombros y en la zona de la nuca.
La marcha nórdica es un deporte de bajo impacto
El impacto en las articulaciones que producen algunos deportes acaban pasándole factura a sus practicantes. Llegada una edad duelen los tobillos, las rodillas, las caderas y seguir disfrutando del deporte que te gusta se convierte en un suplicio de molestias.
La marcha nórdica utiliza el patrón natural de caminar que es el ejercicio menos lesivo que existe. Al utilizar bastones podemos aumentar la velocidad y la intensidad en la ejecución de los movimientos tanto como podamos.
Entramos siempre con el talón a la hora de lanzar la zancada y al mismo tiempo apoyamos en el suelo el bastón del lado contrario con lo cual reducimos el peso que recae sobre la pierna adelantada.
Pero no todo el impacto es malo. El traqueteo que reciben los brazos de el golpe del bastón en el suelo y el golpe del talón contra el suelo estimulan la creación de las células que producen hueso, por lo que este deporte está muy recomendado para prevenir y mejorar la osteoporosis.